EL DESCUBRIMIENTO DEL DÉCIMO PLANETA

Se encuentra a 1.600 millones de kilómetros de Plutón. Mide 1285 kilómetros de diámetro, diez veces menos que el diámetro de la Tierra. Con la mitad del tamaño de Plutón orbita el Sol cada 288 años a una distancia de 6400 millones de kilómetros.

Este hallazgo astronómico fue bautizado Quaoar, en homenaje a una fuerza creativa de la mitología indígena del Sur de California.

Los científicos, que presentaron el descubrimiento en la Sociedad de Astronomía de Estados Unidos, explicaron que Quaoar se encuentra en el llamado Cinturón de Kuiper, un enjambre de objetos compuestos de hielo y roca que orbita el Sol más allá de Plutón.

El objeto fue detectado por el científico Mike Brown, del Instituto de tecnología de California, quien aseguró que Quaoar no merece que se le llame planeta porque es muy pequeño. Aunque, así y todo, su comportamiento como aspirante a planeta es mejor que el de Plutón.

La órbita de Plutón tiene una inclinación de 17 grados, y a cierta altura de su trayectoria se aproxima lo suficiente al Sol como para que se calienten las sustancias de su superficie, por lo cual refleja más la luz. En cambio, la órbita de Quaoar tiene una inclinación de 7 grados, y es prolijamente regular.

Brown y el experto Chadwick Trujillo descubrieron el cuerpo a través de un telescopio en el Observatorio del Palomar, cerca de San Diego. Al rastrear los archivos, encontraron que el objeto ya había sido fotografiado en 1982 sin ser advertido.

Marte está habitado y Ganímedes, una de las lunas de Júpiter, también está habitado.

Venus, en la actualidad. Digo en la actualidad, porque sí hubo una civilización mucho antes de la época lemuriana en la Tierra. En Venus, hoy, solamente pueden haber bacterias.

Este planeta tiene una temperatura y una atmósfera tan irritante (contiene ácido sulfúrico) que sería imposible la vida tal como nosotros la conocemos.

Además, tiene una presión de 90 atmósferas, que es como si estuviéramos dentro del mar a una profundidad de 8000 metros. Un submarino, en esta profundidad, sería aplastado como si fuera una cáscara de huevo.

La luna de Ganímedes también está habitada, a la que hay que agregarle una Luna de Saturno, Titán, cuyos habitantes son acuáticos. No son animales, sino humanoides, con agallas como los peces, que viven en un medio acuático. Incluso realizan edificios dentro del agua de la misma forma como nosotros construimos edificios en la superficie.

Además, están dotados de raciocinio abstracto, lo que ya de por sí está indicando su algo grado de inteligencia.

Si quieres un parámetro aproximado sobre su capacidad mental te puedo decir que son más inteligentes que nuestros delfines, que cualquiera sabe que son los animales más inteligentes del planeta Tierra, aunque se han sobredimensionado sus capacidades.

Los habitantes de Titán son seres de sangre fría, biológicamente preparados para soportar las bajísimas temperaturas del satélite.

No debes olvidarte que el cuerpo es solamente un autómata que el espíritu utiliza nada más que para operar en el plano físico, y que al desencarnar desecha como un trasto viejo.

Nosotros somos espíritus en evolución que utilizamos a los planetas simplemente como escuelas de aprendizaje. En el futuro, después de desencarnar, podemos decidir encarnar en Titán como acuanautas.

Escrito por Horacio Velmont

http://www.grupoelron.org/

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